Te digo que sus pecados —que son muchos— han sido perdonados, por eso ella me demostró tanto amor; pero una persona a quien se le perdona poco, demuestra poco amor». Lucas‬ ‭7:47‬ ‭

¿Qué falta o pecado hoy te detiene para dar tu mejor adoración? He escuchado a muchos decir: «Cuando ponga mi vida en orden, viviré para Dios» o «¿Cómo podría Dios recibir mi adoración con lo mal que vivo?». Puede ser que has cometido un error y ahora se te hace difícil volver a levantar tu cabeza y tu voz para adorarlo porque sientes que no debes hacerlo.

¿Sabías que el enemigo va tras tu adoración? Su intención va dirigida a que cierres tu boca y no le des gloria a quien te creó para Sus propósitos. A través de la adoracion que sale de lo más profundo de nuestro corazón, recibimos liberación, podemos sentir Su profundo amor y provocamos que se libere Su favor y Su justicia. Te compartiré una de las enseñanzas más poderosas que ha transformado mi vida de adoración. En Lucas 7:37-50 encontramos a una mujer de una mala vida, o sea, pecadora, que sin importar el alto precio del exquisito perfume que tenía en sus manos, rompió el frasco y lo derramó a los pies de Jesús. El versículo 48 dice que Jesús la miró y le afirmó que sus pecados habían sido perdonados. Al leer una y otra vez esta historia, mi corazón se estremece y el Espíritu Santo me hizo entender una gran verdad y principio de vida. No se trata de cuánto conoces o cuánto puedes hacer para Él. Tampoco se trata de la vida perfecta que tratemos de vivir. Se trata del corazón y cuánto estamos dispuestas a entregar en adoración.

Todos sabían cuán pecadora era esta mujer. Pero ella -sabiendo quién era Jesús- irrumpió en una reunión, se postró y rompió lo mejor que tenía. ¡Qué poderoso momento! A ella no le importó ni el precio, ni quiénes estaban alrededor o lo que pudieran pensar. Con su acto, provocó que Jesús pusiera su mirada en ella y liberara perdón y salvación. Como te mencioné en un principio, el enemigo va tras nuestra adoración porque conoce el poder de Dios que se manifiesta a través de ella. Usa la mentira de que debemos ser perfectos o estar libres de pecado para entregar adoración. No hablo de cantar canciones que hacen que nos emocionemos; tampoco de hacer actos de sacrificio para convencer a otros que estamos bien, ni cuantas palabras bonitas utilicemos para persuadir el corazón de Dios. Fíjate que esta mujer ni tan siquiera pronunció palabras. Simplemente actuó lo que sentía y quería hacer, sin importar nada más, ni siquiera el costo o el que dirán.

Quizás te sientes que ya tu adoración no es como antes, que has fallado y sientes que no debes abrir tu boca. Han venido pensamientos de que debes poner todo en orden y enderezar tu vida para poder dar tu mejor adoración. Te invito a que reflexiones y vuelvas al mejor lugar y al mejor momento en donde puedes derramar tu corazón sin importar cómo se encuentra. Él pondrá Su mirada en ti y te devolverá la libertad y el perdón que necesitas.

¡Rompe el frasco de tu corazón y derrámate en adoración!

Edna Liz