Señor, hazme conocer tus caminos; muéstrame tus sendas. Encamíname en tu verdad, ¡enséñame! Tú eres mi Dios y Salvador». Salmo 25:4-5

Cada uno de nosotros necesitamos hacer pausas en nuestra vida; no tan sólo para buscar la dirección de Dios, sino también para recobrar fuerzas, para dedicarle tiempo a nuestra familia y para salir de la rutina del día a día. Muchas personas hoy en día están viviendo ajetreadas, cargadas y llenas de mucho estrés.

Hacen muchas cosas a la misma vez y no se detienen para ver qué es lo que tienen de frente en su vida. Algunas veces, salen de sus trabajos cargados y, en ocasiones, llevan eso a sus hogares. ¿Te has puesto a pensar si estás siendo productivo para tu casa, familia y para lo que Dios te ha dado? ¿Tendrás las prioridades en tu vida en el orden correcto? En muchas ocasiones, sé que te lo has preguntado, pero, aún así, sigues caminando sin procurar un cambio. Ahí es cuando hay una alerta en tu vida. Es ahí donde debes sacar un tiempo para orar y buscar alinearte con el Padre.

Es tan necesario el tener esas pausas en tu vida que te permitan tomar un tiempo para ti y hacer cosas que disfrutes; sacar tiempo con tu pareja y tener una cena romántica a solas o llevar a tus hijos a lugares en donde puedan tener tiempo de calidad juntos como familia. La Palabra nos habla de que en una ocasión Jesús se apartó y fue al desierto. Él dejó todo lo que estaba haciendo ministerialmente (sanando, liberando), para tener tiempo con su Padre. Y es ahí donde fue tentado y probado por Satanás. Pero si no lo hubiese hecho, no hubiera tenido tiempo con su Padre y no hubiese pasado esa prueba. Eso nos podría pasar también a nosotros.

Por tal razón, es muy necesario que en tu vida saques tiempo para hablar con tu Padre y leer Su palabra. Necesitas, además, tener tiempo de calidad con los que te rodean y tener tiempo para ti misma. Ten por seguro que estarás más enfocada y alineada para recibir lo que el Padre te entregará en lo secreto. Determina separar momentos para estar a solas con tu Padre para recibir lo que Él te revelará.

Magda