Como el agua fresca a la garganta reseca son las buenas noticias desde lejanas tierras». Proverbios 25:25 NVI

¡Qué desesperante y agobiante puede sentirse el estar sediento! ¿Lo has experimentado alguna vez? Posiblemente sí. Y qué maravilloso es poder saciarnos y satisfacer esa necesidad. ¿Cierto? Dice la Palabra que las buenas noticias son como agua fresca a la garganta reseca. Yo no sé cuan sedienta tu estés hoy, no sé cuan largo ha sido tu camino o cuán difícil se te esté haciendo esta travesía. Hoy tengo buenas noticias para ti.

Todo lo que has estado pasando, aunque ahora no lo puedas comprender, está siendo utilizado para formarte. Y si tú has decidido amar a Dios, todo será útil para que puedas ejecutar con excelencia tu propósito y tu llamado. Como dice Romanos 8:28: «Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los que han sido llamados de acuerdo con su propósito».

Dios no se ha equivocado al crearte, Él mismo te formó y diseñó cada uno de tus días (Salmo 139).  Sus planes para tu vida son de bienestar y no de calamidad (Jeremías 29:11). Ciertamente, vendrán momentos de aflicción, pero si confías en que Jesús ya ha vencido el mundo, podrás cruzar tu desierto como un conquistador, segura de que tu victoria está asegurada. Es tiempo de confrontar tus creencias y de filtrar tus pensamientos por la Palabra de Dios.

Si has estado luchando contra el temor, te recuerdo que en el amor no hay temor, sino que el amor perfecto echa fuera todo el temor. El temor no proviene de Dios. Nuestro Padre desea mostrarnos Su amor con cada detalle. Él desea que seamos perfeccionados en Su amor para que nos demos cuenta de que de Él proviene toda bendición y nunca maldición ni castigo (1 Juan 4:17-18). «Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos…» Romanos 8:15.

Si tú eres hija, eres también heredera de cada una de las bendiciones y promesas que están escritas en la Palabra. ¿Qué demanda el Señor de ti para disfrutar de Sus promesas? Practicar la justicia, amar la misericordia, y andar humildemente con tu Dios (Miqueas 6:8).

Es tiempo de renovar nuestra mente para poder ser transformados y para poder entender cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta (Romanos 12:2). Es tiempo de caminar saciados, pero qué maravilloso sería que además de caminar saciados, tú pudieras compartir con otros de lo que Dios te ha dado y puedan ser tus palabras como agua fresca a aquel que está sediento.

Disfruta una vida en plenitud, procura conocer los misterios de Dios y aprende a dar a otros lo que por gracia has recibido. La verdad de Su palabra son buenas noticias. ¡Atrévete a compartirlas!

Lisandra