Entonces os dije: No temáis, ni tengáis miedo de ellos. Jehová vuestro Dios, el cual va delante de vosotros, él peleará por vosotros, conforme a todas las cosas que hizo por vosotros en Egipto delante de vuestros ojos». Deuteronomio 1:29-30
Cuando el Padre le habla a Moisés de lo que quería hacer con el pueblo israelita, primeramente podemos observar que es una respuesta de Dios al clamor de un pueblo esclavo en Egipto. Dios dio a conocer Su corazón a Moisés mostrándole Su plan perfecto, dándole unas instrucciones específicas para liberar a Su pueblo de la cautividad. Moisés, como hijo obediente, aún por encima de sus debilidades y temores, llevó a cabo la agenda divina.
A pesar de todas las cosas difíciles que el pueblo tuvo que atravesar por su falta de confianza y desobediencia, el Plan del Eterno siempre se cumplió y allí hubo una enseñanza. ¡El Padre oyó y reaccionó! Él quiere liberarnos y hacernos descansar. «Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros» (1 Pedro 5:7). Debemos entender que Él es quién va adelante, así como lo hizo con el pueblo de Israel. Ninguna plaga tocará nuestra morada y ningún «gigante» derribará o detendrá el plan divino destinado para cada una de nosotras. Él es quién pelea la batalla y quién la ganó por los siglos de los siglos.
Volvámonos a Él en todas las áreas. Que podamos confiar en cada instrucción para llevarnos a la verdadera libertad. “Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará” (Salmos 37:5). ¡Corre! Aléjate de lo que te abruma, desanima y te desvía del camino de bendición y paz que Dios trazó para ti. “Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y sígala» (1 Pedro 3:11).
No olvides que Su Plan nunca deja de ser. Entrarás y conquistarás la tierra prometida.
Jennifer
