Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido». Juan 16:24
Hoy Dios toca las puertas de tu corazón, recordándote que Su reino está listo para descender sobre ti. Con tan sólo una palabra de petición que salga por tu boca, verás correr el cumplimiento hacia ti.
«Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?» Mateo 7:7-11.
Dios Padre se glorifica en vernos caminar en la plenitud de nuestro propósito y nos da el acceso a las bendiciones y promesas que Él preparó para sus hijos. «En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos» Juan 15:8.
¿Estás en su habitación sin desmayar, accesando lo que tiene tu nombre? «Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan» Mateo 11:12.
¡No te detengas!; ni tan siquiera por un segundo para tomar aire. ¡Haz descender velozmente tu promesa, para que sea efectiva aquí y ahora! Alza tus manos en estos momentos junto conmigo y -con tu declaración- haz retumbar los cielos de tu bendición.
¡Verás tu milagro!
«Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho» Juan 15:7.
Jennifer
