Pues la visión se realizará en el tiempo señalado; marcha hacia su cumplimiento, y no dejará de cumplirse. Aunque parezca tardar, espérala; porque sin falta vendrá”. Habacuc 2:3

¿Has recibido una palabra de parte de Dios que no se ha cumplido? ¿Te has apropiado de tu milagro de sanidad y todavía tu cuerpo no responde a ello? ¡No te desanimes! Tu milagro tiene fecha de cumplimiento.

Cada una de las palabras que han sido desatadas sobre tu vida continúan vigentes; no se han perdido. Se han estado acumulando y será manifestado su cumplimiento en el tiempo que ya Dios ha señalado. No es momento de cuestionar, no es tiempo de descansar, no es tiempo de renunciar. Este es tu tiempo de marchar. No importa lo que tus ojos ven, levanta tu mirada al cielo y camina hacia el cumplimiento de esa palabra.

Dice la Palabra que “si tú te deleitas en el Señor, Él será fiel en conceder los deseos de tu corazón. Si tú le has encomendado al Señor tu camino y confías en Él, Él actuará” (Salmo 37:4-5). ¿Por qué dudas? Hace tiempo leí la siguiente frase: “Duda de tus dudas antes de dudar de la verdad de Dios”. No le des lugar a la duda; ella mata lentamente la fe. Es tiempo de ser avivados y empoderados por el poder del Espíritu Santo. No hay otra manera de caminar hacia el cumplimiento de lo que Dios ya ha dicho sobre tu vida y sobre tu casa.

¿El cumplimiento se tarda? Dios está trabajando contigo; está perfeccionando Su obra en ti. Déjate moldear. Aprende; sé humilde. Procura desarrollar cada una de las virtudes del fruto del Espíritu Santo. Conoce la vida de Jesús e imítalo en todas las cosas. Aprende a conocerte a ti mismo y permite que el Espíritu Santo trabaje en tus áreas débiles. Aún en tus circunstancias, determina deleitarte en tu Dios. Entrega tus cargas a Él y sigue marchando hacia Su cumplimiento. Confía en la verdad de Su palabra y -a Su tiempo- verás lo que ya Él te aseguró.

Anímate, levántate, aprende a desarrollar la paciencia y haz madurar tu fe. Es tiempo de marchar mientras esperas Su promesa, pero no te desesperes porque -sin falta- vendrá y Él actuará.

Lisandra