Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su valor sobrepasa grandemente al de las piedras preciosas». Proverbios 31:10

Como estamos cerca del Día de las Madres, me vino a la mente cómo yo sería como mamá. Un sin número de preguntas me llegaron a la mente y buscando en la Palabra, me encuentro con la frase «mujer virtuosa».

Busqué adjetivos que me ayudaran a entender la palabra virtuosa y encontré lo siguiente: «incorruptible, puro, íntegro, bondadoso, caritativo, misericordioso». Pero esta palabra me llevó a evaluar qué tipo de mamá yo sería o cómo yo quisiera ser. Y buscando acerca de cómo nosotras empezamos a saber cómo seríamos como madres, encontré algo curioso que quiero compartir. Es un fragmento de una reflexión de la escritora Isabel Allende. Dice así: «Dios la ha dotado a mansalva del ‘instinto maternal’ con la finalidad de preservar la especie».

Nosotras las mujeres pareciera que nacimos con ese instinto maternal. Desde pequeñas comenzamos a desarrollarlo jugando con muñecas. En mis recuerdos de niña, siempre jugaba con ellas y, sin tener el conocimiento pleno de cómo ser madre, ya de antemano sabíamos qué hacer. Les dábamos el alimento, las dormíamos, jugábamos con ellas, les dábamos hasta clases, entre otras cosas. Muchos me han dicho: «No hay un manual de cómo ser padres. Cada situación y hogar es diferente». Tienen razón, pero, en realidad, ¿han buscado la fuente correcta? Porque yo sí he encontrado un manual y es la Palabra de Dios. Nos da herramientas que tú y yo podemos utilizar para la crianza de nuestros hijos.

Muchos estarán pensando: «¿Tú, Magda? Si tú no eres mamá. ¿Qué haces hablando de algo que no has experimentado?». Es cierto y hay cosas que no he experimentado aún. Pero eso no limíta el que yo le pida al Padre que me revele diseños para levantar una generación enfocada y guiada por Él. Desde ya, el Padre ha comenzado a darme las herramientas necesarias para guiar a hijos que no son míos. Ya mi instinto maternal está aflorando y me estoy llenando de Su palabra y sabiduría para levantar una generación poderosa y enfocada, niños íntegros, con identidad clara, firmes, visionarios y apasionados.

No seamos mujeres como la que menciona Proverbios 29:15: «La vara y la reprensión dan sabiduría, pero el niño consentido avergüenza a su madre». Tampoco seamos como las vírgenes insensatas que no tenían la provisión necesaria; en este caso, sería para con sus hijos. Que vean en ti a una mujer prudente, luchadora, victoriosa, firme, sabia y amorosa. Una mujer que en los momentos difíciles no se deja vencer, que es conquistadora, que se levanta a dar el todo para que los propósitos de Dios para sus hijos sean cumplidos. Así es como veo a cada mujer para quien he tenido la oportunidad de cuidar de sus hijos. Por tal razón, estoy preparándome para educar a los hijos de otros, para luego, instruir a los míos y ser un modelo para ellos de lo que es una mujer virtuosa. Por mi parte, agradezco a mi madre -a quien amo- por haberme instruido para lograr hoy ser la mujer que soy.

«Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da». Éxodo 20:12

¡Feliz día a todas las Madres!

Magda