Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien». Josué 1:8 RVR

La palabra establece que si YO guardo y obedezco lo establecido en ella, entonces YO HARÉ prosperar mi camino y TODO ME saldrá bien.

Me llama la atención cuando habla de camino, que se puede definir como «jornada, viaje, recorrido, ruta, medio para hacer o conseguir alguna cosa y/o dirección que ha de seguirse para llegar a un lugar». Por lo tanto, recorrer un camino implica una acción. Si yo decido comenzar a caminar mi camino -no el camino de otro- en obediencia a Su palabra, entonces comenzaré a ver cómo prospero en todas las cosas. Pero, primeramente, tengo que decidir comenzar a caminar.

Mientras tengas vida, estarás caminando (decidiendo), ya sea recorriendo el camino de la pena, lástima, aborrecimiento, incredulidad, temor o escogiendo el camino de la esperanza, alegría, dicha, fe y valentía. Siempre estamos escogiendo y constantemente vivimos las consecuencias de nuestras decisiones.

¿Por cuál camino estás caminando?

En Juan 14:6: «Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí».

¿Sabes quién te creó para este tiempo? El Padre. ¿Sabes quién conoce tu diseño? El Padre. O sea, que para tú poder llegar a entender y conocer tu propósito, debes caminar en el camino correcto, Jesús. Él es nuestro modelo a seguir y nos llevará al Padre; allí en Su presencia es donde único conoceremos los planes que Él prepaparó para nosotros y las instrucciones específicas que nos llevarán a alcanzar el éxito, que será utilizado sólo en Él y para Él.

Toda buena dádiva y todo don perfecto proviene del Padre (Santiago 1:17, NVI), creador de todas las cosas. ¿¿¿Qué estás esperando para tomar la decisión que te hará vivir de gloria en gloria y de victoria en victoria??? El ser «Cristiano» no te asegura estas cosas, pero el vivir en obediencia te lo garantiza, porque sencillamente es una promesa.

¡¡¡Atrévete a escoger el éxito que Dios tiene asegurado para ti!!!

¡¡¡Te adelanto que esto es sólo para valientes!!!

Lisandra