Temer a los hombres resulta una trampa, pero el que confía en el Señor sale bien librado». Proverbios 29:25
¿Cuántas veces has dejado de hacer algo por temor a fracasar, a ser burlado, señalado o por diferentes circunstancias que te han detenido de hacer cosas que te apasiona hacer? En lo personal, he experimentado esto. Me he detenido en muchas ocasiones por temor al qué dirán de mí, al fracaso, entre otras tantas cosas que han pasado por mi mente.
¿Sabes que me di cuenta que todo ese temor era por darle mayor importancia a cómo pensaría el hombre de mí? ¿Cuántas veces nos ha pasado que nos importa más cómo pensaría el hombre a cómo pensaría el Padre de nosotros? Es importante que nosotros -como Sus hijos- estemos alerta en los momentos en que nos preocupe más el cómo nos verá el hombre antes de cómo nos podría ver el Padre. Debemos estar enfocados y hacer lo que el Padre ha puesto en nuestros corazones.
Hay algo dentro de ti que te está inquietando. Es tiempo de hacer real lo que amas. Has tenido sueños, visiones de cómo el Padre te está utilizando con lo que te apasiona hacer para que personas lleguen a sus pies. Atrévete a hacer lo que está ardiendo dentro de ti. Ya no pensarás qué dirá el hombre, sino, cómo puedo conquistar más el corazón del Padre y cómo -con lo que cargo y con lo que me apasiona- puedo bendecir a otros.
Vamos hacia la conquista de los sueños de Dios. Es tiempo de liberar lo que el Padre ha puesto en ti.
Declara y si la sabes, canta conmigo: ? «Ya no soy un esclavo del temor, soy un hijo de Dios…» ?
Magda