…desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación,… «. 1 Pedro‬ ‭2:2‬

Los tiempos de verano, específicamente las vacaciones escolares, son muy interesantes. Independientemente de que pongamos a nuestros hijos en campamentos de verano o actividades de educación contínua, pasan más tiempo con nosotras que en el año escolar regular. O sea, 24 horas los 7 días de la semana.

¿Por qué le llamo «tiempo interesante»? Es ahí cuando nos damos cuenta de que nos vamos quedando sin bebés; que físicamente contemplamos sus carácteres y sus ideas, adicional a lo que hemos construído con ellos. ¿Sabías que nuestros hijos cargan instrucciones divinas y son llamados a reinar? En esta semana mi hija me ha sorprendido con su habilidad para las manualidades y la intención que hay en ella, la plasma a través de esto. Me ha hecho varias cosas comunicándome su sentir. Pero, una de ellas captó mi atención fuertemente porque jamás pensé que ella se sentía de esa manera y, mucho menos, imaginaba lo que crearía con sus manitas para comunicármelo.

Ella me entregó un librito hecho por ella con escritos y dibujos. En la portada del pequeño libro tenía escrito lo siguiente: «How to cook that» («Cómo cocinar eso»). Seguido, ella escribe: «Mamá, esto es para ti. Quise este libro para ti. Yo te amo y te di este libro porque quiero que tú aprendas a cocinar más…» jaja (paréntesis: los que me conocen, saben que no cocino mal; sólo que no es mi llamado, aunque lo poco que hago siempre es con amor). En ese momento me tuve que detener y reírme, pero al mismo tiempo me sorprendí del conocimiento de ellos acerca de nuestras habilidades, jeje… El escrito sigue así: «… porque quiero comer cosas buenas. No me estoy burlando. Lo que quiero es que ganes y así yo quiero darte el libro. Yo te amo». Debajo aparecía un dibujo de un corazón con una flor adentro. Esa fue exactamente su intención reflejada en el escrito. Qué delicadeza y creatividad para comunicar algo que ella desea que mejore; y no tan sólo por su bienestar, sino para que yo «gane», como ella expresó. Ganar significaba para ella «llegar a la meta del conocimiento y habilidad en esa área». ¿Qué belleza, verdad? ¿Estás viendo lo que yo vi?

El motor de un niño es no rendirse ante nada. Siempre buscan que su atmósfera sea creativa, agradable y armoniosa. Son muy sensibles y transparentes. No tienen ningún problema en comunicar las cosas cuando ellos lo entiendan necesario y en perdonar cuando se ofenden por alguna situación, sea «grande o pequeña». Su fe y confianza está puesta en sus padres porque saben que les ayudarán a conquistar lo que anhelan; pero los niños siempre quieren lo mejor y no las migajas.

El Padre nos llama a ser como niños. «Y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos» (Mateo‬ ‭18:3‬). Los niños, por su sencillez, disposición a sujetarse y humildad para imitar y aplicar lo aprendido, son llamados a reinar y conquistar. Josías, con tan sólo 8 años de edad, fue rey. Se dio a conocer por su obediencia, sensibilidad y acción. «De ocho años era Josías cuando comenzó a reinar, y treinta y un años reinó en Jerusalén. Éste hizo lo recto ante los ojos de Jehová, y anduvo en los caminos de David su padre, sin apartarse a la derecha ni a la izquierda. A los ocho años de su reinado, siendo aún muchacho, comenzó a buscar al Dios de David su padre; y a los doce años comenzó a limpiar a Judá y a Jerusalén de los lugares altos, imágenes de Asera, esculturas, e imágenes fundidas» ‭‭(2 Crónicas‬ ‭34:1-3‬).

¿Por qué te traigo esta historia bíblica? Porque cuando quedé impactada con la manualidad de mi hija, el Padre trajo a mi mente al rey Josías. Nuestros hijos están muy atentos y no se despegan en ningún momento de nosotros. Son decididos a actuar y a hacer lo que se les ha enseñado. Hoy el Padre nos susurra al oído: «¡Sigue mi diseño y abrázalo! ¡No te despegues en ningún momento de mi lado! ¡Ten la mente y espíritu de un niño para recibir lo mejor y lo más grande, que te pertenece! ¡Sé transformador de atmósferas! ¡Y no te conformes con lo que ya sabes o tienes! ¡Alineate con mi corazón y cambiarás el mundo!».

Jennifer