¡Quién sabe si no has llegado al trono precisamente para un momento como éste!» Ester 4:14

Yo no sé qué nombre te quiso poner la vida o con qué nombre te marcaron para que nunca conocieras lo que fue escrito de ti. Mas es el tiempo en el que el Rey te llama por tu nombre, te manda a buscar y te sienta a Su mesa. Para un tiempo como este el Rey extendió Su cetro a tu favor.

Hoy te llamo por tu nombre: No serás más la olvidada; eres la que Dios mira y sonríe. No serás más la desolada; eres quien Dios rodea con su canción. No serás más la inútil; eres la gloria en las manos del Rey. No serás más la enferma; eres la manifestación del poder de Dios. No serás más la que está sola; eres la que va escoltada por un ejército de ángeles abriendo camino a tu favor. No serás más la estéril; eres la que ve el fruto y la multiplicación aún cuando estás sembrando.

Hoy te llamo por tu nombre: sellada, escogida, amada y diseñada para ser el poema de Dios.

Vilmarie