Me acordaré de las obras del SEÑOR; ciertamente me acordaré de tus maravillas antiguas. Meditaré en toda tu obra, y reflexionaré en tus hechos». ‭‭Salmos‬ ‭77:11-12‬ ‭LBLA‬‬

Estamos muy acostumbradas a dedicar tiempo a recuerdos del pasado que una vez trajeron dolor, coraje y tristeza. Escucho a muchas mujeres hablar continuamente de momentos de crisis como si el tiempo se hubiese detenido en ellos. Traemos memorias a nuestro presente de los errores que cometimos ayer, lo que nos hicieron, provocándonos a nosotras mismas inestabilidad emocional, viviendo constantemente en un círculo de depresiones, decaimiento en nuestras emociones, amargura, propensas  a sentirnos rechazadas y otros estados similares.

Puede ser muy cierto que en el pasado hayamos pasado procesos de mucho dolor, que hayamos derramado muchas lágrimas, pero estoy segura que también hemos vivido momentos donde hemos visto a Dios moverse a nuestro favor. En algún momento fuimos testigos de cómo lo que no tenía solución tomó una vuelta inesperada cuando clamamos al Todopoderoso. En el salmo 77, David se encontraba en un momento difícil. Dice que se encontraba turbado y hasta dudaba si Dios se acordaba de él. De repente, da un giro en sus palabras de angustia y decide recordar lo que una vez hizo el Señor. Decidió traer a memoria Sus maravillas antiguas. Cuando decidimos recordar lo que Dios hizo una vez y meditamos y, aún más -nos deleitamos- nuestra fe se fortalece y madura. Recordar y traer a memoria Sus maravillosas obras, nos hará decirle a nuestro momento de crisis, de dificultad: «¡Si Él lo hizo una vez, lo hará otra vez!».

Me gustan muchísimo las fotografías. Amo el plasmar memorias en ellas de todo lo que hacemos como familia, con mis amistades y aún las de otras familias. Recuerdo que en un momento donde estaba a punto de perder mi vida por una enfermedad, decidí comenzar a hacer recuerdos para mis hijos porque quería que recordaran los buenos momentos y sustituyeran la memoria de tristeza por una de alegría. Lo que no sabía era que Dios me daría la oportunidad de extender mis años de vida para proclamar Su grandeza y Sus maravillas. Hoy día, esas fotografías me hacen recordar cuán bondadoso y misericordioso ha sido Dios con mi casa. Veo la vida como un privilegio, un regalo que tengo que aprovechar al máximo y cuando llegan esos momentos difíciles en los que no sé que hacer, decido recordar que Él lo hizo una vez porque yo decidí creerle. Hoy creo y si creo, Él lo volverá hacer.

¿Por qué hoy no decides traer a memoria las proezas que una vez hizo en tu vida, en tus hijos o en tu familia? Trae a memoria todo lo bueno que una vez recibiste de Dios sin merecerlo. No olvides que Sus misericordias son nuevas cada mañana. Además, la nueva vida que Cristo nos ha dado se trata de recordar; recordar Su pacto con el hombre. Leer Su palabra nos hace traer a memoria que Dios no se olvida de sus hijos, aún cuando nosotros nos olvidamos. Estoy segura que recordando Sus grandes obras, tu fe será transicionada a más y transformarás tu presente en uno de confianza y, a la vez, de conquista. Podrás adorar a Dios con toda libertad porque habrás entendido que no se trata de lo que tienes ahora, ni de cómo te sientes hoy, se trata de darle toda la gloria y honor al que tiene tu vida en sus manos.

Recuerda: Dios no se olvida de Su creación ni de sus hijos.

Edna Liz