Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo… tiempo de guardar, y tiempo de desechar…». Eclesiastés 3:1,6

En estos días mi esposo y yo nos preparábamos para mudarnos hacia otro lugar. Mientras estábamos recogiendo y empacando, observé que habían cosas que ya no eran útiles y que habían otras cosas nuevas que nunca había usado. Y así mismo puede pasar en nuestra vida, tanto en lo personal como en lo espiritual. En tu diario vivir, eres tú quien determina qué cosas vas a empacar para llevártelas a tu nueva temporada y cuáles otras vas a desechar.

Me explico: hay cosas en nuestra vida a las que quizá no le dábamos mucha importancia, pero a la hora de encontrarnos de nuevo con ellas, determinamos retenerlas. Hay cosas en tu interior que Dios quiere remover y desechar, pero no las dejas porque crees que serán útiles en otro momento. Puede ser que no te has dado cuenta aún que lo que ya tú tenías no te será necesario en el lugar al que Dios te va a llevar, el lugar de tu nueva asignación. ¿No percibes que el Padre quizá quiere removerlo de tu vida? Hay cosas que Él quiere entregarte, pero como te aferras a mantener lo que ya conocías o lo que ya dominas, te pierdes la bendición de poder recibirlas. ¿Sabías que al hacer esto, no permites que el Padre te entregue lo nuevo, lo fresco que Él desea que descubras para que lo utilices en el lugar que te ha asignado?

Él anhela que empieces a desechar las cosas que ya no son útiles, que están dañadas, para poder entregarte lo nuevo que Él tiene para ti. Es tiempo de tu movilización. Deja que el Padre lo haga por ti. Lo que en algún momento fue útil para ti en el pasado, no necesariamente será útil para tu presente. Deja que el Espíritu Santo te revele lo que ya no te es necesario para tu nueva temporada. Verás cómo te empezará a revelar diseños nuevos, creativos e innovadores que nunca pensaste que te podían ser entregados.

Es tiempo de tu mudanza. Es tiempo de recibir lo nuevo que Dios tiene para tu vida, tu casa, tu generación y todo lo que te rodea. Recibe lo nuevo de Dios para ti.

Magda