Sigan por el camino que el Señor su Dios les ha trazado, para que vivan, prosperen y disfruten de larga vida en la tierra que van a poseer». Deuteronomio 5:33  NVI

Redireccionar es un término que se utiliza en tecnología e informática para indicar que la información ya no está en dicha dirección, sino que se encuentra en otra. Un ejemplo podría ser cuando utilizas el GPS. Estos tienen la capacidad de redireccionar la ruta de tu destino si te equivocas, si hay una congestión de tráfico o si alguna carretera está cerrada. El GPS inmediatamente cambia la ruta para que llegues al destino deseado. O sea, el mismo destino con una ruta diferente. Interesante, ¿cierto?

Es curioso que un sistema tecnológico se me haga tan parecido a lo que Dios está haciendo en este tiempo en la vida de muchos. Dios le afirma a Su pueblo en Deuteronomio que hay una tierra que poseerán. Tú eres Su pueblo y esa tierra es tu destino. Tierra podría ser sinónimo de un lugar, un sueño, una promesa. Pero en el mismo versículo, deja dicho que hay un camino que Él ya trazó para llegar ahí. ¿Qué tengo que hacer? Poner la mirada y volver el corazón a Él. Es la única forma de recibir Su redirección: la ruta hacia nuestro destino, la tierra de nuestra promesa. Puede suceder que mientras caminamos hacia ella encontremos tropiezos y obstáculos que quieran detener nuestra carrera, pero si nuestro corazón está en el lugar correcto -alineados a Su voluntad y designios-  seremos redireccionados.

Este es el tiempo de movernos en la nueva ruta hacia la tierra prometida y el destino es la manifestación del Reino de los Cielos aquí en la tierra a través de sus hijos. No tiene que ver con nuestros planes, porque Sus planes son mejores que los nuestros. ¿Puedes sentirlo? ¿Podrías detenerte un instante y escuchar? ¡¡¡Escúchalo, óyelo, siéntelo!!!

Ya comenzó a soplar el viento para movernos a la nueva dirección. Muchos ya comenzaron a caminar, otros se están volviendo hacia ella. Retoma el ánimo, el valor, la tenacidad y vuelve a mirar hacia la tierra prometida. No sólo tus ojos disfrutarán de un nuevo paisaje, también encontrarás bienestar y abundancia.

“Pues yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el SEÑOR —. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza. Si me buscan de todo corazón, podrán encontrarme. Sí, me encontrarán —dice el SEÑOR —. Pondré fin a su cautiverio y restableceré su bienestar. Los reuniré de las naciones adonde los envié y los llevaré a casa, de regreso a su propia tierra” ‭‭Jeremías‬ ‭29:11, 13-14‬ ‭NTV.‬‬

Edna Liz