Sean mi protección la integridad y la rectitud, porque en ti he puesto mi esperanza». Salmo 25:22 NVI

En muchos momentos de nuestra vida oramos al Padre y pedimos Su protección sobre nosotros, en nuestros trabajos, sobre nuestras familias y sobre los sueños, planes y proyectos que estamos haciendo. Pero, el salmista en este verso nos revela que ejecutando la integridad y la rectitud seremos protegidos si depositamos en Dios nuestra esperanza.

Hay una promesa de bendición sobre los que viven en obediencia a la Palabra de Dios y la obediencia se hace evidente por medio de nuestro testimonio, nuestras actitudes, nuestra forma de hablar, lo que decimos, cómo nos relacionamos y el trato hacia los demás.

Según algunas definiciones, la integridad es cuando una persona permanece ajena a toda corrupción y tiene una vida honrada e intachable. Estas personas son confiables, respetuosas, solidarias, sinceras y leales.

En cuanto a los que practican la rectitud, se nos dice que son personas que se comportan y se expresan con sinceridad y coherencia, respetando valores supremos como son la justicia y la verdad. Ésta cercana relación con la verdad no tiene que ver con intenciones, sino con hechos demostrables, además de que éstas personas disponen de un enorme respeto hacia su prójimo.

¿Crees que estás viviendo en integridad y rectitud? ¿Estás hablando y viviendo lo que predicas? El que vive de esta manera no vive en temor, no se la pasa aclarándole rumores a la gente, es una persona que no necesita defensa porque sabe que de la manera en que vive, teniendo su esperanza en Dios y en Su Palabra; tiene asegurado al mejor defensor, Jesús, quien aboga por los justos.

«Él reserva su ayuda para la gente íntegra y protege a los de conducta intachable. Él cuida el sendero de los justos y protege el camino de sus fieles». Proverbios 2:7-8 NVI

Atrévete a ser diferente. Marca la diferencia en tu casa, en tu trabajo, en el ministerio, en tu comunidad y en donde quiera que camines.

Atrévete a conquistar tu protección…. viviendo en integridad y rectitud.

Lisandra

 

Referencias: deconceptos.com y definiciónabc.com