Entonces le dijo al que no podía caminar: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa». Marcos 2:10-11

La Biblia nos relata una historia de fe única que nos enseña grandes principios en nuestro caminar. Es la historia de los cuatro amigos que retaron todas las circunstancias que suponían la imposibilidad de un milagro, para crear una atmósfera de un milagro en un paralítico de nacimiento.

«De pronto, llegaron a la casa cuatro personas. Llevaban en una camilla a un hombre que nunca había podido caminar. Como había tanta gente, subieron al techo y abrieron un agujero. Por allí bajaron al enfermo en la camilla donde estaba acostado. Cuando Jesús vio la gran confianza que aquellos hombres tenían en él, le dijo al paralítico: Amigo, te perdono tus pecados». Marcos 2:3-5

No sé cuál es tu realidad hoy, cuál ha sido tu oración o qué milagro estás esperando. Si te faltan las fuerzas para llegar y tu fe está debilitándose, rodéate de amigos que te impulsen a abrir un hueco en el techo de tu victoria. Habrá momentos en que tú cargarás la camilla de otros para impulsarlos a creer y habrá momentos como ahora: yo estoy impulsando tu camilla al abrir un hueco en el techo de tu imposibilidad para aumentar tu fe. Cree en el Dios de los milagros y llena tu espíritu de verdades del cielo para tu vida. ¡¡¡No te canses de creer!!!

Que nuestra fe sea tan creativa, arriesgada y agresiva que provoquemos llamar la atención del maestro. Jesús honra la fe y más aún supera nuestras expectativas humanas.

No sólo vivamos por fe… ¡¡¡vivamos la fe!!!

Vilmarie