Porque así dice el Señor, el que creó los cielos; el Dios que formó la tierra, que la hizo y la estableció; que no la creó para dejarla vacía, sino que la formó para ser habitada: «Yo soy el Señor, y no hay ningún otro». Isaías 45:18 NVI

«Tu eres creación de Dios, Él te formó, te hizo, no para que vivas vacía, sino para que seas habitación de Él. Él es el Señor, y no hay ningún otro».

Éste verso, no solo afirma que somos hechura de Sus manos, sino que Él nos creó para llenarnos de Él y no para vivir vidas vacías, ni vidas sin propósito.

El salmista David comienza el capítulo 139 del libro de Salmo reconociendo quien es su Señor. Él reconoce quien es Dios en su vida. Me impresiona la manera en que Él se describe en el verso 14: ¡¡¡Soy una creación admirable!!! David se siente tan agradecido, tan emocionado por lo que Dios ha creado (en él), que por esas razones David decide levantar una alabanza, declarando Su maravillosa obra y reconociendo que todo lo que él es, es creación del Soberano Dios.

David no fue un hombre perfecto, pero aprendió a mirarse a través de los ojos de Dios, a través de quien habitaba dentro de él.

¿De qué manera tu te estás mirando? ¿Qué es lo que está habitando en tu vida? ¿Qué hay dentro de ti? ¿Quién es el «señor» de tu vida? Es tiempo de vernos a través de los ojos de nuestro Creador, Él tiene un plan para ti y cada uno de tus días ya están diseñados por el Padre. Pero si estás vacía o si estas llena de cosas incorrectas, no podrás ver y mucho menos comprender el plan que ya de antemano Él preparó para tu vida. No te desalientes cuando no veas todo lo que deseas ver en ti. No renuncies al llamado de Dios o a Su propósito, porque no te sientas capaz, «santa», madura, etc.

Recuerda que ¡¡¡Dios no ha terminado contigo!!! y «el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús» (Filipenses 1:6 NVI).

Busca conocer Su palabra y medita en ella. El Espíritu Santo comenzará a transformar tu vida a la medida que dispongas tu corazón a ser moldeado y formado por Él.

Atrévete a levantar una alabanza, creyéndo esta promesa: «Jehová cumplirá su propósito en mi; y no desamparará la obra de sus manos». Salmos 138:8 RVR. Hoy es buen día para determinar tener un corazón agradecido, aún por lo que todavia no ves.

Lisandra