El SEÑOR cumplirá Su propósito en mí; Eterna, oh SEÑOR, es Tu misericordia; No abandones la obra de Tus manos». Salmo 138:8

Ya Dios lo ha dicho; hay una promesa de Dios sobre nuestras vidas. Cada palabra que ha salido de la boca de Dios se cumplirá y dará fruto en abundancia. Cada día, demos gracias a Dios por su amor y misericordia. Él es más que fiel. Aunque nosotros como hijos fallemos, Él extiende su mano y nos dice: «Ven, levántate; te pongo vestiduras nuevas» y nos sostiene de la mano para ser guiados por siempre. Diremos: «Cuán maravilloso es el Señor que cumple sus promesas».

Este es el tiempo en donde lo que todavía no se ha cumplido en tu vida comienza a cumplirse. Hay un aceleramiento en tu vida como nunca antes has visto. Todo en tu vida comienza a alinearse y posicionarse, de tal manera que no vas a creer lo que tus ojos verán. Pensarás: «¿Cómo surgió?». Y es ahí donde verás la mano de Dios sobre tu vida como nunca, el Favor y la Gracia de Dios en todo su esplendor, porque decidiste alinearte hacia su voluntad y que su propósito se cumpliera en tu vida.

Este es el tiempo. Al estar alineado, serás lanzado a lugares que nunca imaginaste llegar. En nuestra boca no habrá más escasez, sino que saldrá abundancia para que otros se alimenten de ella.

Cada uno de nosotros nació con un gran propósito. Es tiempo de que sea cumplido. No hay tiempo que perder. Falta mucho por recorrer; hay mucho por hacer.

«Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados». Romanos 8:28

Magda